Estados Unidos facilita los viajes de sus ciudadanos hacia Cuba

Los estadounidenses tendrán a partir de este viernes mucho más fácil viajar a Cuba. Y enviar remesas, comunicarse o comerciar con algunos bienes desde y hacia la isla. Aunque el embargo comercial decretado en los años 60 sigue en vigor —solo el Congreso puede desmontarlo de forma definitiva— el viernes entran en vigor las flexibilizaciones de las severas limitaciones impuestas durante décadas por EE UU. 


15/01/2015


El mantenimiento del embargo hace que los viajes de estadounidenses a la isla aún contengan limitaciones significativas. De hecho, ni siquiera se habla aún oficialmente de “turismo”, aunque todos los expertos entienden que los cambios abren casi de par en par la puerta a ello. 

Para viajar a Cuba, seguirá siendo necesario formar parte de una de 12 categorías existentes: viajes familiares o gubernamentales, de organizaciones intergubernamentales, medios de comunicación, centros de investigación, proyectos educativos, religiosos y médicos, entre otros. Pero ya no habrá que pedir una licencia específica cada vez, sino que basta con cumplir alguna de las categorías.

En paralelo, los agentes de viajes y las aerolíneas podrán suministrar “viajes autorizados” a la isla caribeña sin necesitar, como ahora, una licencia específica del Departamento del Tesoro. Y una vez en Cuba, los estadounidenses podrán usar tarjetas de crédito norteamericanas o regresar con bienes por valor de 400 dólares (343 euros).

Esta flexibilización se produce en la antesala del primer encuentro oficial entre EE UU y Cuba para negociar la normalización de relaciones diplomáticas. Será el 21 y 22 en La Habana y para ello viajará hasta la isla la secretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, la más alta funcionaria estadounidense que pisa Cuba en décadas. La secretaria de Comercio, Penny Pritzker, también quiere visitar este mismo año Cuba, al igual que el secretario de Estado, John Kerry, que sería el primer jefe de la diplomacia estadounidense que pisa la isla en 60 años.