La ambición de que viajen a México más turistas chinos ha estado en la mente de empresarios y autoridades del sector desde hace varios años sin que se hayan logrado resultados contundentes.
Obstáculos hay muchos, de entrada el idioma, en nuestro país realmente hay poca gente capacitada para atender en lo básico al viajero de China, y si a esto le sumamos la falta de señalización y débil conectividad aérea, la tarea se antoja imposible.
Entonces, ¿por qué nos aferramos a ese mercado? Fácil, China es el principal emisor de viajeros internacionales en el mundo. Antes de la pandemia salían del país 200 millones de turistas cada año y por si eso fuera poco, son visitantes que reportan un alto nivel de gasto en los destinos.
De ese volumen, México, en su mejor época, captó alrededor de 160 mil turistas chinos es decir ni el 1%, eso llevó a la iniciativa privada y al gobierno a lanzar estrategias de promoción para invitar a los visitantes del gigante asiático sin obtener grandes logros.
Bajo la premisa de la actual administración, Miguel Torruco, secretario de Turismo, se empeñó en atraer más turismo chino, pues más que volumen de viajeros querían pocos, pero de alto potencial de gasto.
Visitas a China, encuentros con empresarios turísticos y de las líneas aéreas no lograron despuntar, ni con el Toca Puertas. Las tres aerolíneas que conectaban de forma directa ambos países pararon los vuelos, incluso antes de la pandemia y los planes se vinieron abajo.
¿Qué fallo? Platiqué con Jorge Hernández, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Fematur) y lo dice con sus letras, el plan se hizo al revés, se hizo promoción en lugar de tener listo el producto y la operación.
La situación tampoco es nueva, Hernández me comentó que por lo menos van tres sexenios tratando de ir de la mano IP y gobierno para captar ese gran pastel, incluso se han enviado a guías mexicanos a China para que se capaciten.
Queda claro que el camino no era ese, sino empezar desde casa, y ahora Fematur, que representa varios sectores de la cadena de valor del turismo, se apoyará en Weilai, una empresa que domina el mercado chino a nivel empresarial y estudiantil, para preparar el terreno y tener todo listo para recibir a estos viajeros.
Lo primero es aprender el idioma chino, me explica el presidente de Fematur, pero además hacerlo bien, con el enfoque adecuado para cada giro de negocio, y esa es la especialidad de Weilai.
Así, hoteleros, taxistas, prestadores de servicios turísticos y más, tendrán una capacitación adecuada.
Esto representaría un gran paso para de ahí, ahora sí, empezar la promoción, con la certeza de que el viajero chino tendrá cómo entenderse con quien interactúe durante su estancia en México, me comentó Jorge Hernández.
Tal es la confianza que hay en esta alianza, que el presidente de Fematur se aventuró a decir que México podría captar 3% del turismo chino mundial.
¿Podrá la iniciativa privada lograr lo que el sector público no hizo con todo y sus estrategias para captar turismo chino? Por el bien del sector turístico de México, ojalá que sí.
Obstáculos hay muchos, de entrada el idioma, en nuestro país realmente hay poca gente capacitada para atender en lo básico al viajero de China, y si a esto le sumamos la falta de señalización y débil conectividad aérea, la tarea se antoja imposible.
Entonces, ¿por qué nos aferramos a ese mercado? Fácil, China es el principal emisor de viajeros internacionales en el mundo. Antes de la pandemia salían del país 200 millones de turistas cada año y por si eso fuera poco, son visitantes que reportan un alto nivel de gasto en los destinos.
De ese volumen, México, en su mejor época, captó alrededor de 160 mil turistas chinos es decir ni el 1%, eso llevó a la iniciativa privada y al gobierno a lanzar estrategias de promoción para invitar a los visitantes del gigante asiático sin obtener grandes logros.
Bajo la premisa de la actual administración, Miguel Torruco, secretario de Turismo, se empeñó en atraer más turismo chino, pues más que volumen de viajeros querían pocos, pero de alto potencial de gasto.
Visitas a China, encuentros con empresarios turísticos y de las líneas aéreas no lograron despuntar, ni con el Toca Puertas. Las tres aerolíneas que conectaban de forma directa ambos países pararon los vuelos, incluso antes de la pandemia y los planes se vinieron abajo.
¿Qué fallo? Platiqué con Jorge Hernández, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Fematur) y lo dice con sus letras, el plan se hizo al revés, se hizo promoción en lugar de tener listo el producto y la operación.
La situación tampoco es nueva, Hernández me comentó que por lo menos van tres sexenios tratando de ir de la mano IP y gobierno para captar ese gran pastel, incluso se han enviado a guías mexicanos a China para que se capaciten.
Queda claro que el camino no era ese, sino empezar desde casa, y ahora Fematur, que representa varios sectores de la cadena de valor del turismo, se apoyará en Weilai, una empresa que domina el mercado chino a nivel empresarial y estudiantil, para preparar el terreno y tener todo listo para recibir a estos viajeros.
Lo primero es aprender el idioma chino, me explica el presidente de Fematur, pero además hacerlo bien, con el enfoque adecuado para cada giro de negocio, y esa es la especialidad de Weilai.
Así, hoteleros, taxistas, prestadores de servicios turísticos y más, tendrán una capacitación adecuada.
Esto representaría un gran paso para de ahí, ahora sí, empezar la promoción, con la certeza de que el viajero chino tendrá cómo entenderse con quien interactúe durante su estancia en México, me comentó Jorge Hernández.
Tal es la confianza que hay en esta alianza, que el presidente de Fematur se aventuró a decir que México podría captar 3% del turismo chino mundial.
¿Podrá la iniciativa privada lograr lo que el sector público no hizo con todo y sus estrategias para captar turismo chino? Por el bien del sector turístico de México, ojalá que sí.