Si bien, las preferencias marcan como favoritos los destinos nacionales con 54% contra 46% de los internacionales, las búsquedas que hacen los turistas en la plataforma reflejan el interés por viajar al exterior.
El country manager de Despegar México, Alejandro Calligaris, presentó los resultados de este estudio en el que destaca que Perú, Canadá, Madrid y Barcelona son los destinos emergentes favoritos para viajar al exterior.
La estancia promedio en los destinos nacionales oscila entre tres y cuatro noches, en tanto en destinos internacionales va de siete a 10 noches. Sobre el alojamiento, los resorts de 4 y 5 estrellas son los más elegidos. La actividad preferida es la oferta de Walt Disney World, revela Calligaris.
De enero a junio de este año, las búsquedas a destinos nacionales aumentaron 45% respecto al mismo periodo de 2020. La variación se explica por la apertura que hubo hacia la actividad turística interna, mientras los viajes internacionales tenían muchas restricciones.
La apertura de destinos como Europa o Sudamérica, el incremento de la conectividad aérea y la flexibilidad de restricciones despertaron el interés de los mexicanos por buscar viajes, que eventualmente se traducirán en reservas.
Tendencias de viaje constantes
Sin embargo, el director de Despegar México comenta que los destinos tradicionales tanto nacionales como del exterior mantienen su alto nivel de preferencias. Los sitios nacionales con más crecimiento en búsquedas fueron Cancún, CDMX, Acapulco, Mazatlán y Guadalajara.
En el plano internacional solo destacan ciudades de Estados Unidos como Nueva York, Miami, Los Ángeles, Las Vegas y Orlando. La continuidad de vuelos entre ambos países y el impulso que tuvo el turismo de vacunas pueden explicar esta tendencia.
Las tendencias de viaje de los mexicanos no muestran una gran variación en cuanto a destinos, pero sí reflejan un cambio de hábitos en cuanto al tipo de actividades, servicios y tiempos de antelación para hacer las reservas, pues éstas se redujeron drásticamente.
Además, verifican las medidas y certificaciones de bioseguridad, así como las políticas de flexibilidad ante cualquier incidente, lo que antes era un factor que no se consideraba al viajar.