Qué bueno que la sectur federal tenga ya identificados 112 atractivos o destinos de vocación cultural y natural que según la dependencia posibilitan hasta tres noches de pernocta de turistas a lo largo de las 19 estaciones donde correrá el Tren Maya, eso es bueno pero.
No sé si la sectur se refiere únicamente a simples recorridos turísticos o la implementación de auténticos polos turísticos y de hotelería en la región, que sean apetitosos para una buena cantidad de inversionistas que desarrollen buenos y competitivos productos a los largo de las vías del tren.
¿Dónde están los empresarios que han levantado la mano para hacer realidad dichos complejos turísticos? La verdad no se sabe mucho que los empresarios “se peleen” por estar ahí donde los flujos turísticos llegarían a raudales cuando la magna obra concluya. Por lo pronto Miguel Torruco titular de la sectur dice que estos recorridos se ofertarán tan pronto se ponga en el tren. ¿Por qué esperar tanto?
¿No sería mejor que ya se fueran prospectando productos turísticos más que atractivos? ¿Cuánto tiempo tomará desarrollar turísticamente la zona poniente de la península yucateca del lado de Campeche, Tabasco o Chiapas? ¿No estará desbalanceado el proyecto del tren ya que del lado de Quintana Roo y Yucatán existe una monstruosa infraestructura turística? ¿Qué hará que un europeo acostumbrado a usar trenes en su país quiera irse en tren desde las playas de la Riviera Maya o Cancún a otro lado de la península a ver o hacer qué?
De igual forma también sería muy bueno contar mínimamente con un simple estudio de focus group dirigido a los posibles mercados objetivos del Tren Maya analizando esos 112 atractivos turísticos que queremos pensar para entonces serían los productos perfectamente desarrollados, todo esto para saber si generan apetito o no.
Es verdad que Campeche, Tabasco y Chiapas son poseedores de una riqueza natural, cultural y turística, cada uno ha sabido captar sus propios mercados y flujos turísticos por sí mismos, ya tienen un capital ganado son verdaderas potencias de la zona pero el Tren Maya en teoría les exponenciaría fuertemente el flujo, sobre todo el más cercano a las estaciones por donde pasará el ferrocarril.
Creo que el secretario de turismo Miguel Torruco Marqués más que proyectar recorridos turísticos debería estar echando mano de su agenda, debería ya estar enviando emails y llamando a sus colegas empresarios para mostrarle la bonanza que tendrían si invirtieran a lo largo de la vía del tren en parques, hoteles y demás infraestructuras.
Si el resultado final será un Tren Maya de clase mundial, me parece que al poniente de la península sí se necesitan urgentemente también productos de talla mundial y no solo recorridos turísticos.
Por: Marco Daniel Guzmán