Fue en mayo de 2020, cuando el CNET y el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (Cicotur) enviaron a la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados el “Paquete Legislativo para Enfrentar la Emergencia del Sector Turismo #SOSTurismo”.
Este plan contenía medidas que implicaban alivios fiscales, ajustes en la deducibilidad, estímulos a la inversión, creación de más fines de semana largos, apoyo a la promoción turística y fondos para infraestructura.
De 25 propuestas legislativas, nueve no implicaban gasto de presupuesto, tres representaban un costo fiscal marginal y tres compensarían el impacto fiscal en el corto plazo.
Pese a la explicación detallada, y la buena acogida que en su momento tuvo por parte de los diputados, en noviembre de 2020, terminado el periodo legislativo, todas fueron desechadas. Arsuaga insiste en que siguen vigentes, por lo que podrían replantearse.
El presidente del CNET destacó que el sector privado continuará impulsando las estrategias que se han diseñado en conjunto, con el fin de aminorar los efectos negativos que han pesado sobre el sector turístico a raíz de la pandemia.
Golpe al sector turístico
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía (INEGI), el PIB turístico en 2020 cayó 28.4%, esto es 3.5 veces más que la del conjunto de la economía del país.
Lo anterior generó una preocupación entre el sector empresarial de la industria de viajes, pues según las perspectivas, la recuperación de los niveles previos a la pandemia se vería, en el mejor de los casos, hasta 2023.
El presidente de Concanaco Servytur, José Manuel López Campos, indicó que "Aun cuando los gobiernos de los tres niveles implementaron ciertas estrategias para apoyar al turismo, este no fue suficiente, por lo que muchos negocios tuvieron que afrontar la crisis con sus propios recursos”.
José Medina Mora, presidente nacional de Coparmex, destacó la necesidad de reposicionar en el exterior la imagen de México como destino seguro. “Esto requiere inversión de recursos y atender situaciones de inseguridad que viven algunos destinos”.
Las organizaciones gremiales estiman el impacto a la industria turística en la pérdida de entre 640 mil y 840 mil empleos, cierre de decenas de miles de empresas, disminución de las transacciones en casi 75% respecto al año anterior y pérdidas por más de 137 mil millones de pesos.