De inicio, Hacienda Katanchel contará con 15 habitaciones denominadas “Pabellones”, que brindarán a los huéspedes exclusividad, privacidad y estancias de relajación en contacto con la naturaleza.
Lujo e historia en un mismo lugar
En lengua maya, el nombre de la hacienda significa "donde se pregunta al arco del cielo"; y es que aquí algunas de las columnas y pisos, que todavía se conservan, formaron parte de los antiguos observatorios mayas.
Ahí se realizaban ceremonias que involucraban la contemplación de la Vía Láctea. La hacienda data del siglo XVI pero fue hasta principios del XVII que se construyó la casa principal.
La restauración del casco estuvo a cargo del arquitecto sevillano, Aníbal González, quien recobró la casa principal y transformó la hacienda para convertirla en un encantador santuario de naturaleza y relajación.
La recuperación del lugar nació de un ambicioso proyecto de reforestación donde se lograron plantar más de 175 mil ejemplares de árboles nativos.
Renovación meticulosa
Para darle a Hacienda Katanchel el toque de hotel eco-luxury, se restauraron cuidadosamente sus pabellones para que conservaran su encanto original.
Estas habitaciones crean una atmósfera que transportará al huésped a una época de opulencia y confort, con las comodidades de la vida moderna.
La propiedad también cuenta con albercas privadas con aguas extraídas de manantiales libres de químicos, que ofrecen un entorno de bienestar y la sofisticación de un resort de lujo para procurar especial atención al cuidado de su entorno natural.
Hacienda Katanchel también es un lugar óptimo para realizar eventos sociales en absoluta privacidad en sus fotogénicos y encantadores espacios.
En sus casi 300 hectáreas de extensión se pueden realizar cursos, seminarios, bodas, entre otro tipo de reuniones.
Operadora Rumbo al Trópico sigue firme en la intención de ampliar su portafolio y mantenerse como una empresa impulsora de espacios eco-luxury de México y consolidarse como un operador multimarca de inmuebles propios y de terceros.