ASPA negocia su tercer convenio para apoyar a Aeroméxico

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Por tercera ocasión en lo que va de la crisis sanitaria por la covid-19, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) inició las negociaciones de un convenio con Grupo Aeroméxico, que le permita reducir sus costos laborales. 

El secretario general de ASPA, Rafael Díaz Covarrubias, comentó que aún falta conocer detalles de este plan de negocios como el número final de aeronaves en la reestructura y el tiempo en que se prevé que regresen a la flota, lo que permitirá conocer las necesidades reales de la empresa y las tripulaciones.

Las negociaciones entre ASPA y Aeroméxico buscan encontrar las mejores condiciones que permite la situación actual para ambas partes, en defensa tanto de la compañía aérea como de las plazas laborales.

Colaboración temporal 


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Díaz Covarrubias enfatizó que este convenio no implica un ajuste al Contrato Colectivo con Aeroméxico, sino esquemas de colaboración temporales que reduzcan costos para la compañía aérea.

Los pilotos buscaremos apoyar a las aerolíneas que son fuente de empleo para más de 1800 pilotos de ASPA. Mantendremos una apertura responsable con el objetivo de llegar a un acuerdo de beneficio mutuo, es posible tener una buena negociación si está basada en la voluntad de ambas partes”, comentó el dirigente sindical.

Como acreedor en el proceso de reestructura por Capítulo 11 de Grupo Aeroméxico, ASPA votó a favor de Apollo Global como inversionista para que pudiera avanzar en su proceso.

Ahora el objetivo será cuidar los contratos y la mayor cantidad de empleos, “creemos que preservar los empleos y buscar salvaguardas para los compañeros con permiso sin goce de sueldo, como lo ha hecho ASPA, debe de ser una prioridad, particularmente en un entorno de contracción de la aviación en el que muy pocas empresas en el mundo estarán contratando pilotos en los próximos meses”.

Momentos similares 


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No es la primera crisis en la que los pilotos tienden la mano a la aerolínea, como apuntó el secretario general de ASPA. En 2007, durante la venta de Aeroméxico a Banamex, los pilotos cedieron más de 20 % de sus percepciones contractuales y tres años después volvieron a reducir el costo laboral.

La crisis generada por el virus H1N1, orilló a un acuerdo en 2010, para abrir un apartado en el CCT denominado “Contrato B” que significó la reducción de 42 % en las percepciones de los pilotos, lo que afectó en particular a los pilotos que han sido contratados en estos últimos 10 años.

Para 2014, se firmó una revisión multianual que dio certidumbre y estabilidad a la aerolínea, pues hasta 2018 los pilotos tuvieron las mismas condiciones laborales.

La recuperación de estas mejoras laborales se vio afectada este año con los convenios de reducción salarial y licencias sin goce de sueldo que acordaron ASPA y Aeroméxico desde abril.