Pasada la emergencia sanitaria del COVID-19 y conforme las actividades turísticas reinicien sus actividades, los primeros destinos que recibirán visitantes serán los enfocados en naturaleza y aventura.
Aunque esto representa una gran oportunidad para el segmento y el desarrollo de las comunidades donde se realiza, a la vez implica fuertes retos como la posible saturación de los sitios o el recibir un viajero que no esté del todo sensibilizado con el cuidado del medio ambiente.
Sobre esto, expertos en la materia hablaron en el webinar Turismo Sustentable y de Aventura, organizado por el Colegio Nacional de Turismólogos Hotelería y Gastronomía CDMX, en donde se destacó la importancia de fomentar el turismo responsable.
En el panel virtual participaron Alejandra Zorrilla, directora general de Identidad y Desarrollo; Vicente Ferreyra, director general de Sustentur; Ernesto Calva, presidente de la Asociación Mexicana de Turismo de Aventura y Ecoturismo (AMTAVE); y Paul Beckman, director operativo de Adventure Mexico Travel.
Si bien los primeros dos están enfocados en el tema de turismo sustentable, y los otros en el de aventura, ambos están íntimamente ligados y buscan un equilibrio idóneo entre la actividad turística como generador de ingresos y a la vez cuidar el medio ambiente y las comunidades.
Experiencias en espacios abiertos
La larga cuarentena propiciará que más personas se interesen en visitar escenarios al aire libre y poco concurridos. México es rico en este tipo de destinos que además se encuentran a poca distancia de las zonas urbanas, lo que implica traslados cortos a los turistas.
Esto conlleva el primer reto, que es evitar que un alto flujo de visitantes se congregue al mismo tiempo, y aunque en algunos sitios es posible controlarlo, en otros prácticamente es imposible, por lo que debe buscarse la forma de hacerlo.
El turismo sostenible, término correcto para este concepto, abarca no solo el cuidado del medio ambiente, sino también que los habitantes de las zonas tengan desarrollo integral, por ello se trabaja mucho en su capacitación para que sean ellos los anfitriones de las visitas.
Aquí viene el otro reto, y es que no todos los viajeros son conscientes del papel que juegan en el impacto al medio ambiente. Aunque las nuevas generaciones cada vez están más interesadas e informadas, por lo que es en estas en donde puede haber un cambio en el chip del viajero.
Aventura sencilla y extrema
La definición de turismo de aventura sigue todavía en debate, pues mientras para algunos implica el simple hecho de internarse en una zona natural y convivir con la comunidad; para otros es realizar alguna actividad física que puede ser sencilla o extrema.
En donde sí coinciden los analistas, es que un guía de turismo de aventura es un apasionado en el tema que sabrá inspirar a los viajeros sobre la actividad que vayan a realizar y el entorno donde se practica.
Este nicho ha crecido año con año y se estima que luego de la pandemia cobre más relevancia, ahora que la gente esté interesada en salir de este encierro. El turismo de aventura también es un gran generador de derrama económica.
“No es turismo masivo, es un turismo poco invasivo y muy consciente de la naturaleza y del lugar que es de vital importancia”, comenta el presidente de AMTAVE, quien agrega también que cada vez hay más oferta y prestadores de servicios que se suman a este nicho.
Sin importar el destino, el turismo sostenible no es una opción, es una obligación que todos deben asumir, y el segmento de naturaleza es la mejor vía para adentrarse en este tema.