La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) publicó su primer análisis sobre el impacto del brote de coronavirus (COVID-19) en el sector aéreo, el cual prevé una caída en el tráfico global de 4.7%, lo que se traducirá en una baja de ingresos por 29 mil 300 millones de dólares.
El informe de IATA destaca que de ser así, el COVID-19 será el responsable de la primera caída global de la demanda desde la crisis financiera de 2008-2009. “Este será un año difícil para la industria”, asegura Alexandre de Juniac, consejero delegado del organismo.
Las aerolíneas que se verán más afectadas, naturalmente, serán las de la región Asia-Pacífico, que descenderán en tráfico de viajeros hasta 13.7%, y una pérdida de ingresos por 27 mil 800 millones de dólares, de los cuales 12 mil 800 corresponderán a líneas aéreas chinas, tan solo por el mercado doméstico.
Panorama global
Para las aerolíneas de las demás regiones, IATA estima que la pérdida alcanzará los mil 500 millones de dólares, a causa de la baja en la demanda de rutas chinas. La caída a nivel global proyectada en 29 mil 300 millones de dólares, significan 5% menos ingresos, respecto a lo proyectado por la asociación en diciembre pasado.
El pronóstico de IATA se basa en el impacto sobre la demanda que se dio con la aparición del SARS, en donde se observó un periodo de 6 meses a la baja y un periodo de recuperación similar, generando el llamado efecto V.
Algunas medidas que se están tomando para paliar el impacto en la economía, son apoyos fiscales y monetarios por parte de algunos gobiernos. Otro factor que tranquiliza al sector aéreo es el abaratamiento de los precios del combustible para algunas aerolíneas, de acuerdo con las coberturas que tengan.
“Las aerolíneas están actuando según las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras autoridades de salud pública para mantener la seguridad de los pasajeros, el mundo conectado y el virus contenido”, comenta De Juniac.
El directivo agregó “Las aerolíneas están tratando de recortar la capacidad y, en algunos casos, hasta rutas. Los costes más bajos del combustible ayudarán a compensar parte de estas pérdidas”.
Acciones a seguir
IATA destacó dos ejes de acción principales, el primero dirigido a los gobiernos, a quienes llama a adherirse al Reglamento Sanitario Internacional (RSI), para armonizar las medidas de contención del COVID-19; tal como se ha hecho en otros momentos de crisis sanitarias.
También sugiere que los gobiernos tomen acciones que ayuden a apuntalar sus economías. “El alivio de los costes del aeropuerto ayudará a mantener la tan vital conectividad aérea”, comenta el consejero de IATA, quien pone como ejemplo el caso del gobierno de Singapur.
“Estamos ante una emergencia de salud pública y debemos intentarlo todo para evitar que se convierta en una crisis económica”, dice Alexander de Juniac.
Por su parte, el dr. David Powell, asesor médico de IATA, destaca que si bien la OMS no ha pedido que se suspendan los viajes o comercio, pero el sector aéreo juega un papel fundamental.
Sugiere a los pasajeros asegurarse que el aire de cabina está filtrado, que se limpian los aviones de acuerdo con estándares globales, que haya suficientes controles de temperatura para los viajeros en los aeropuertos y que el personal y tripulación de aerolíneas estén capacitados para actuar de acuerdo con los protocolos en el caso de detectar a algún pasajero con los síntomas del COVID-19.