Cada vez es mas común que las familias que viajan con niños y adolescentes incorporen de manera recurrente una nueva exigencia a la hora de elegir un hotel vacacional: el alojamiento tiene que ofrecer wifi gratis.
No sólo por los padres –que quizá están deseando olvidarse del estrés diario que supone revisar correos electrónicos, avisos, etc- sino sobre todo por los hijos, que tienen la supuesta necesidad de estar “always on”, permanentemente conectados a su círculo social o a juegos online.
De hecho, y según una encuesta realizada con motivo del Congreso Internacional de Turismo Familiar, al 51% de los chicos y chicas que van de vacaciones con sus padres les gusta compartir fotos y comentarios sobre sus viajes a través de las redes sociales.
Y a medida que los chicos crecen, mayor uso hacen de las redes sociales para explicar sus vivencias, “lo que les convierte en los mejores prescriptores de un destino turístico familiar”, según los autores del estudio.
Así, niños que con nueve años de edad ya tienen su primer móvil así como adolescentes que no van a ninguna parte sin su smartphone, lo primero que hacen al llegar a un lugar es conectarse con sus amigos en tiempo real vía Whatsapp, enviar selfies con cualquier excusa, etc.
De hecho, según turoperadores, el sector se enfrenta a “una perspectiva que da miedo” a medida que más y más niños prefieren quedarse en casa en lugar de marchar de vacaciones.
¿El motivo? Quedarse en casa les permite seguir conectados a sus amigos a través de las redes sociales, videojuegos en red, etc.