Pulseras inteligentes, la navaja suiza del siglo XXI para el turismo

La industria turística comienza a descubrir el potencial de las pulseras inteligentes, equipadas con chips de radiofrecuencia. 

Parques temáticos, hoteles y cruceros han puesto en marcha varias iniciativas de esta tecnología wearable que permite al usuario pagar, registrarse, acceder a atracciones, entrar en la habitación... ¿Pero son estos dispositivos, que recogen multitud de datos del cliente, un Gran Hermano encubierto?

Millones de turistas en todo el mundo han perdido el miedo a la tecnología. Es más, ahora ya no conciben sus viajes sin llevar consigo el smartphone o tablet de modo que puedan estar siempre conectados a internet.

Y al calor de esta tendencia, decenas de miles de clientes comienzan a aceptar sin reparos el uso de pulseras inteligentes que las empresas turísticas les entregan al entrar en parques temáticos, cruceros u hoteles.

Con estos dispositivos, el usuario puede por ejemplo entrar en un recinto o atracción por un acceso especial rápido (evitando colas), pagar sus consumiciones extras o incluso usar la pulsera como la llave de la habitación.

Ahora bien, la plena adopción de esta tecnología móvil va a estar sujeta a un período de prueba-error, según advierte la firma consultora PhoCusWright.