La ruleta rusa en turismo

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Veo que la pandemia no cede y seguimos subiendo en la cifras de contagios y decesos en México, y en el turismo seguimos viviendo una especie de ruleta rusa que a cualquiera puede tocarle. Pienso si al empresario Carlos Slim le tocó, si al presidente AMLO le tocó. ¿Qué sigue? ¿Quién sigue? La industria turística de México aparte de lidiar con el flagelo del virus tiene que lidiar con la falta de apoyos reales.

Las cosas están que arden y en franca caída libre. ¿Quién se atrevería negar que esta alza en los contagios de enero no se debiera también al relajamiento de viajes y reuniones de las fiestas decembrinas y hoy vemos las consecuencias?

Atrás quedaron las imágenes de las playas de México abarrotadas en las navidades y días de año nuevo. ¿Quién puso orden? ¿Quién dijo algo al respecto? Algunos destinos de playa de la zona norte de Quintana Roo retrocedieron del semáforo amarillo a naranja desde el 25 al 31 de enero por el elevado incremento en los contagios de Covid-19 durante las últimas semanas.

¿Pero por qué pasa esto? Definitivamente pienso que es porque nuestra industria literal tiene que comer y dar de comer a familias que dependen de ella. ¿Cuáles han sido los apoyos del gobierno federal para la industria sin chimeneas? Ninguno. ¿Si alguien sabe de alguno que no sean créditos absurdos, caros y pura saliva de políticos? Que me lo deje saber.

Es el precio de operar turismo por que se tiene que comer, allá en Quintana Roo es alto, se volverá a limitar al 30% en el aforo de playas y parque públicos, cines y teatros, centros comerciales, casinos, peluquerías y salones de belleza, servicios religiosos, inmobiliaria y manufactura.

No abrirán escuelas; no se permite la realización de congresos y convenciones; tampoco abren bares, centros nocturnos, discotecas, centros de espectáculos, cantinas y similares.

RULETA RUSA TURISMO 02

Al 50% se permite la operación de hoteles, restaurantes, sitios históricos, parques temáticos, campos de golf, servicios turísticos, gimnasios, clubes deportivos (sólo áreas al aire libre), servicios contables, administrativos, técnicos, consultoría y asesoría.

Lo anterior es una buena medida que prioriza la salud por parte del gobierno de Carlos Joaquín González pero, no deja de ser una medida dolorosa en un estado que depende económicamente de los flujos turísticos.

Más en esta temporada de invierno que ha sido históricamente la mejor de los hoteleros de aquella entidad donde obtienen más de la mitad de sus ingresos anuales, pero ahora tendrán que meter freno otra vez.

Así que estamos en una ruleta rusa, abriendo y cerrando, en un sálvese quien pueda, ¿y las autoridades del turismo? Por lo pronto Miguel Torruco Marqués el secretario de turismo de México está más preocupado por organizar una carrera atlética para noviembre que por implementar verdaderas políticas públicas que coadyuven a la golpeada industria turística.

Se limita a seguir “pitonizando” acerca de los fines de semana largos esos mismos que el algún día avaló en desaparecer y lo hace con tres escenarios, ya no va la segura, ahora amplía el abanico, entró a la moda de que “si no es Chana es Juana” con sus vaticinios optimistas, conservadores y pesimistas, conceptos francamente anacrónicos.

La verdad la industria turística no quiere saber de vaticinios sin sentido que no llevan a nada, como lo escribí en este espacio desde abril pasado, la misma quiere certezas reales, respuestas reales a los millones de empleos perdidos, a los cierres de hoteles que han quebrado, a las agencias de viajes que ya no volverán a operar y a la aerolíneas que se tambalean.

Seguiremos en medio de esta espantosa ruleta rusa y las verdaderas ayudas no llegan.


Por: Marco Daniel Guzmán