El asesor médico de IATA, David Powell, señaló que estos 44 casos comparados con los 1,200 millones de viajeros que han volado desde principios de 2020, reflejan que se trata de un caso por cada 27 millones de pasajeros.
“Reconocemos que esto puede ser una subestimación, pero incluso si el 90 % de los casos no se informaran, sería un caso por cada 2,7 millones de viajeros. Creemos que estas cifras son sumamente tranquilizadoras”, comenta Powell.
El asesor destaca que además, los casos se dieron antes de que se generara el uso de mascarillas faciales al volar, por lo tanto “el riesgo de que un pasajero contraiga covid-19 mientras está a bordo parece muy bajo.
“Reconocemos que esto puede ser una subestimación, pero incluso si el 90 % de los casos no se informaran, sería un caso por cada 2,7 millones de viajeros. Creemos que estas cifras son sumamente tranquilizadoras”, comenta Powell.
El asesor destaca que además, los casos se dieron antes de que se generara el uso de mascarillas faciales al volar, por lo tanto “el riesgo de que un pasajero contraiga covid-19 mientras está a bordo parece muy bajo.
Fabricantes respaldan cifras
Una nueva perspectiva sobre por qué las cifras son tan bajas proviene de la publicación conjunta de Airbus, Boeing y Embraer, en investigaciones hechas por separado, por cada uno de los fabricantes de aviones.
A través de simulaciones de dinámica de fluidos computacional (CFD), se confirmó que los sistemas de flujo de aire de las aeronaves controlan el movimiento de partículas en la cabina, lo que limita la propagación de virus.
Airbus usó CFD para crear una simulación en una cabina A320, para ver cómo las gotas resultantes de una tos se mueven dentro del flujo de aire de la cabina. Calculó parámetros como la velocidad del aire, la dirección y la temperatura en 50 millones de puntos en la cabina, hasta mil veces por segundo.
Los investigadores de Boeing rastrearon cómo las partículas de toser y respirar se mueven alrededor de la cabina del avión. Se estudiaron varios escenarios, y se compararon con entornos como salas de juntas, entre otros.
Embraer analizó el entorno de cabina considerando un pasajero tosiendo en varios asientos diferentes y condiciones de flujo de aire en nuestras diferentes aeronaves para medir estas variables y su efecto.
En los 3 estudios se determinó que un pasajero de avión sentado al lado del otro, es como si estuviera a dos metros separado en cualquier otro escenario común.
Reitera llamado
Toda esta información recopilada por IATA tiene como fin insistir en la liberación de restricciones de viajes o medidas como cuarentenas por parte de algunos países para reactivar el sector aéreo, al demostrarse la poca probabilidad de transmisión a bordo.
Las capas de protección asentadas en la guía de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), como el uso de mascarillas, la reducción de filas, eliminación de contacto y servicios a bordo simplificados, limitan la probabilidad de contagio.
A esto se agrega que en una aeronave la interacción cara a cara es muy limitada, el efecto del respaldo actúa como barrera entre una fila y otra, la dirección del aire de arriba hacia abajo, y que se cambia de 20 a 30 veces por hora, así como los filtros HEPA, contribuyen a reducir los riesgos.
“No existe una única solución milagrosa que nos permita vivir y viajar con seguridad en la era del covid-19, pero la combinación de medidas que se están implementando está asegurando a los viajeros de todo el mundo que covid-19 no ha vencido su libertad de volar”, comentó Alexandre de Juniac, CEO de IATA
“Con solo 44 casos publicados de transmisión potencial de covid a bordo entre 1,200 millones de viajeros, el riesgo de contraer el virus a bordo parece estar en la misma categoría que el de ser alcanzado por un rayo”, concluyó.