El debate por liberar la pesca comercial del pez dorado sigue trenzada entre los legisladores que apoyan la propuesta y las distintas voces que se oponen a ello, entre ellas la del presidente de la Unión de Secretarios de Turismo (Asetur), Luis Humberto Araiza López.
Acompañado por la senadora Guadalupe Saldaña, y el secretario de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario, Andrés Córdova Urrutia, entre otros representantes del gobierno e iniciativa privada, López Araiza reiteró los daños que ocasionaría la medida al turismo, la economía y el medio ambiente.
Sin embargo, el también secretario de Turismo de Baja California Sur informó que en el Parlamento Abierto “Voces diversas, Convergencias posibles”, en donde se discutiría el tema, no se garantizaron las condiciones para que se diera un clima de imparcialidad y democrático, por lo que abandonaron el acto.
Impacto de la pesca comercial
El presidente de Asetur destacó que las dos grandes afectaciones de liberar la comercialización del pez dorado son a la economía que genera este segmento de turismo, y por otro al medio ambiente, pues la pesca deportiva contribuye al equilibrio ecológico.
La práctica de la pesca deportiva genera una derrama económica superior a los 2 mil millones de dólares, debido a que el gasto promedio de este turista es de 2 mil 500 dólares, cinco veces más al de un turista extranjero tradicional.
Este gasto es por conceptos de hospedaje, alimentación, renta de embarcaciones y compra de insumos.
Araiza López detalló que 45 mil familias viven del turismo deportivo, y actualmente están contabilizadas 3 mil embarcaciones dedicadas a esta actividad, de las cuales cada una genera 5 empleos directos y 10 indirectos.
Dentro de los destinos que ven mayores beneficios por la pesca deportiva se encuentran Los Cabos, La Paz, Mazatlán, Puerto Vallarta, Acapulco y la Riviera Maya, entre otros que son sedes de torneos y competencias internacionales.
Daño ecológico
Luis Araiza también advirtió que liberar la pesca comercial del pez dorado condenaría a la extinción a especies como la vaquita marina y a la totoaba, y ello traería serios problemas ambientales.
“Liberar el pez dorado en México, representaría beneficiar a grandes empresas pesqueras propietarias de embarcaciones mayores. El turismo requiere de una política de Estado seria y comprometida, que motive su desarrollo y su crecimiento”, enfatiza el presidente de Asetur.