El balance para el turismo en 2019 no es del todo
positivo a pesar del optimismo oficial y el crecimiento del sector se debe al
dinamismo que trae desde hace unos ocho años y también a los empresarios, que a
pesar tener un ambiente incierto, confían e invierten en mejorar las
condiciones de la industria con la creación de nuevos proyectos.
Una de las primeras sacudidas al sector propinadas por la
presente administración desde su arranque, fue la decisión de desaparecer el
Consejo de Promoción Turística (CPTM), tema que poco a poco va quedando en el
olvido y todos quienes participan en el ámbito turístico están ahora pendientes y plantean algunas interrogantes
de si realmente tendrá efectividad la estrategia oficial de promoción
implementada a través del Consejo de la Diplomacia Turística, cuyos resultados
tardaran meses en conocerse.
- De acuerdo a la Sectur dicho ente e instrumento promocional empezará a rendir frutos a partir de 2020, ya que la capacitación a los diplomáticos, personal de las embajadas y consulados va viento en popa.
Otro de los factores que contribuyeron al desánimo en el turismo
en 2019 fue la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad
de México en Texcoco con el argumento de que se planeó para favorecer a ciertos
grupos empresariales y que se detectaron actos de corrupción, por lo que se
determinó habilitar el aeropuerto de Santa Lucía, que, de hecho no goza de la
simpatía de la familia turística porque lo ven inoperante y poco práctico por
las distancias que implican mayor tiempo en traslados con el consecuente
aumento en el desembolso.
El Tren Maya, es otro tema controversial que todavía no
logra convencer a muchos, no obstante que autoridades de Sectur, Fonatur y
gobiernos estatales, entre otros, hablan de las bondades del proyecto y buscan
que los escépticos cambien de parecer y vean la obra como la gran maravilla que
no sólo el sureste necesita, sino el país, porque a decir del gobierno es lo
que se necesita para catapultar el turismo.
- Lo cierto es que la obra sigue en entredicho.
Para 2020 no habrá grandes sorpresas ni debemos esperar
algo extraordinario o espectacular: El Tren Maya y el Aeropuerto de Santa
Lucía, seguirán con problemas y no serán detonadores del turismo, ello, aunado con el poco margen de maniobra por
bajos y carentes presupuestos. Crecerán las inconformidades de los integrantes
de la comunidad turística por falta de visión e inadecuadas políticas.
Serán los gobiernos estatales a través de sus secretarias
de turismo los que hagan la labor a
pesar de sus limitaciones en la asignación de recursos.
De esa manera el turismo apenas se mantendrá a flote.
Por: Arturo Lino