De 39.5 millones de pasajeros que volaron en rutas nacionales por Aeroméxico, Interjet, Volaris y VivaAerobus en 2016, sólo 642 presentaron una queja por negativa de servicio ante la Profeco, 0.001% de todos los pasajeros contabilizados.
No obstante de ser un bajo porcentaje, las historias que cuentan los pasajeros en los foros de clientes hacen desear que nunca ocurrieran estas situaciones.
En cuanto a las implicaciones económicas, si se venden muy pocos lugares las aerolíneas son incapaces de recuperar el costo de los asientos no ocupados; si venden demasiados, corren el riesgo de disminuir las posibles ganancias extras, por lo que identificar el número exacto de asientos con posibilidad de sobreventa requiere un análisis de comportamiento de pasajeros en cada ruta, explica Nina Klietsch en TedEx.
De encontrarse con un problema de sobreventa, los viajeros tienen derecho a una indemnización mayor al 25% del costo del boleto o lo equivalente a la parte no realizada del viaje en caso de un vuelo con escalas, lo que resta ingresos a la compañía.
Además la aerolínea deberá ofrecer al pasajero un asiento en el primer vuelo disponible y proporcionar sin cargo los servicios de comunicación a su punto de destino, alimentos durante el tiempo de espera y alojamiento en hotel de ser necesario, incluyendo el transporte desde y hacia el aeropuerto, de acuerdo con el reglamento de la Ley de Aviación Civil.
Casi 3,000 quejas de pasajeros que sufrieron la sobreventa de boletos a cargo de Aeroméxico, Volaris, Interjet y VivaAerobus se registraron entre 2012 y 2016.
En comparación se estima que más de medio millón de personas padecieron de la sobreventa de sus asientos en Estados Unidos durante 2016, pero 91% llegó a un acuerdo para dejar su asiento voluntariamente, reportó The Economist.