La tecnología a transformado a nuestro mundo en un ente muy dinámico, que necesita adaptarse a toda prisa a las nuevas tendencias, por esta razón la industria hotelera también necesita actualizarse y de esta forma satisfacer las necesidades de sus clientes.
Un estudio revela que las tendencias emergentes en Europa y Oriente Medio son: los clientes buscan estatus y reconocimiento social cuando eligen su hotel; les gusta consumir productos y servicios sociales; van más allá de lo que la sociedad considera que son o deberían ser; e intercambian información puntual y relevante para, a cambio, recibir servicios más personalizados.
Búsqueda del estatus social (Status Seekers): como con otras facetas de consumo, los clientes quieren expresar su identidad y estatus social a través de las marcas que consumen, y esto también se aplica a un hotel. Según datos del estudio, “el 80% de los consumidores con una posición económica elevada preferirían vivir una experiencia de lujo a poseer un objeto de lujo”.
Importancia del contexto local (Local Love): en línea con los filosofía emergente respecto al Kilómetro 0 y Slow Food, encontrar y experimentar de una forma auténtica (como un local) los lugares visitados se ha convertido en un auténtico reto para muchos viajeros. En este sentido, los hoteles tienen la oportunidad de, demostrando empatía y comprensión hacia los huéspedes que buscan el conocimiento y disfrute de «lo local», ayudarles en ese anhelo.
El fin de la segmentación demográfica (Post-demographic): ahora los clientes se definen como ellos mismos quieren y no como están predeterminados por la sociedad. Por tanto, eligen los productos y servicios sin atender a unas convenciones demográficas tradicionales. Según Sabre, «los hoteles tienen que reconsiderar sus estrategias de ventas y aprovechar el potencial de datos, análisis y redes sociales para lograr una mejor comprensión del individuo y no de su supuesto “segmento”».
Necesidad de información relevante y de provecho (Infolust): cada vez más, los consumidores y huéspedes de un hotel buscan información relevante, útil e inmediata que les permitan disfrutar al máximo de las posibilidades del destino elegido. Esto supone un reto, pero también una oportunidad para los establecimientos hoteleros: ofrecer a sus clientes experiencias inolvidables, añadiendo el toque personal que supone ayudarles a conocer en tiempo real las actividades y oportunidades de ocio del destino concreto.