Que es un destino turístico inteligente

Nunca como ahora los destino habían contado con tantos datos para conocer mejor el comportamiento de los viajeros y poder así diseñar productos más adaptados a sus necesidades. Es una de las consecuencias de los destinos turísticos inteligentes que no han hecho más que empezar pero que ya comienzan a mostrar su aplicación práctica.

En los últimos tiempos se ha hablado con mucha frecuencia de destinos turísticos inteligentes. Y lo que hace apenas cuatro años parecía un concepto impreciso e incluso sólo una tendencia en la que todo el mundo quería estar presente, empieza a tomar forma. 

Pero, ¿qué ha de tener un lugar para poder ser considerado como tal?. El destino inteligente es aquél que es capaz de recoger datos y utilizarlos para mejorar la gestión y su promoción y, de paso, dar mejor servicio al turista digital.

Es decir, tiene una doble vertiente. Al gestor del destino le proporciona una gran cantidad de datos para conocer el comportamiento del turista y acercarse mejor a sus necesidades. Le permite tomar decisiones basadas en datos concretos y ser más eficiente en el desarrollo de los servicios que ofrece a este viajero. Por ejemplo, en el caso de una aplicación, puede conocer en qué puntos se ha conectado o qué tipo de rutas y lugares de compra le interesan, con la ventaja añadida de que resulta más fácil medir la estrategia desarrollada, ya que se pueden cuantificar las descargas. Sin olvidar la promoción que supone para el destino, ya que el viajero tiene más posibilidades de compartir su experiencia con su red de contactos.

Por otro lado, al usuario le hace más cómoda su estancia y más rica su experiencia, le permite estar conectado todo el tiempo que lo desee y pone a su disposición aplicaciones que le ayudan a encontrar con facilidad aquello que busca. El creciente uso del smartphone se ha convertido en un elemento clave para el desarrollo de los destinos turísticos inteligentes.

De hecho, el presidente de Segittur señala que “ya se puede apreciar cómo el móvil se ha convertido en un instrumento de marketing. Y estamos sólo al principio de lo que se puede hacer con la tecnología cuando se aplica bien”. Además, recuerda que aunque el destino recibe mucha información del viajero, éste mantiene su privacidad. No se conocen los nombres y apellidos, tan sólo algunos datos como su nacionalidad, rango de edad, en qué momento planifica sus visitas y qué lugares recorre en el destino, entre otras cuestiones de interés. Pero si el usuario no desea que se tenga ningún dato suyo, siempre tendrá la opción de no conectarse. “Se puede tener información del turista sólo si éste quiere. Somos totalmente respetuosos con su experiencia, porque lo importante es que el turista se sienta cómodo”, señala López de Ávila, aunque aclara que, hasta el momento, al viajero no suele importarle mucho y suele estar conectado.