Hay que reconocerlo: siempre que se habla de viajar, llegamos a un punto donde hablamos de comida. El turismo gastronómico se ha vuelto una tendencia emergente en todo el mundo. Y los expertos se han dado cuenta.
El editor de Skift UK, Patrick Whyte, opina que las experiencias gastronómicas no se limitan simplemente cenar fuera, sino que esto solo constituye un 5% de las posibilidades. En este sector pueden incluirse cursos de cocina, tours en granjas, viñedos y mercados, degustaciones, etc.
Estas experiencias están muy ligadas a la cultura del destino. Muchos viajeros eligen la gastronomía como forma de acercarse a la cultura local, por lo que es un recurso muy valioso para las empresas turísticas.
Las compañías que ofrecen experiencias gastronómicas se pueden beneficiar si conectan los productos con la gente y tradiciones de su destino. Con esto en mente, cada etapa del viaje del consumidor puede ser reforzada.