Para la industria de la aviación, junto con muchas otras relacionadas con el turismo, 2020 ya está declarado como un año perdido, sin embargo, los pronósticos de recuperación no dan buenas señales para 2021, de acuerdo con las estimaciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
La pandemia de covid-19 cerró fronteras, restringió viajes y derrumbó la demanda de pasajeros, algunas líneas aéreas tuvieron un pequeño respiro en el sector de carga, pero aun así el golpe este año será de 84 mil 300 millones de dólares, estima el organismo internacional.
Con la reactivación de viajes, la aviación verá una lenta recuperación que no alcanzará a librarla de pérdidas en 2021, donde se prevé una reducción de hasta 15 mil 800 millones de dólares con un beneficio de margen neto del -2.6%.
Afectación en detalle
Las cifras emitidas por IATA reflejan que, aunque habrá algo de recuperación, el sector aéreo no llegara a los niveles de 2019, y que logró antes de la crisis histórica por la que atraviesa. Estos son factores a considerar:
En cuanto a pasajeros aéreos se espera un repunte de 3 mil 800 millones de viajeros, apenas por encima de lo que se logró en 2014, pero todavía muy debajo de los 4 mil 540 millones que registró el año pasado.
Los ingresos totales calculados son 598 mil millones de dólares (mdd), 29% por debajo del 2019 cuando llegó a 838 mil mdd. Aunque comparado con 2020, sí habrá un aumento considerable de 42%.
Los costos unitarios están en vilo, pues por un lado la creciente demanda de pasajeros permite que se reduzcan, pero la implementación de más medidas de seguridad sanitaria impactará en este rubro.
Nuevamente será el sector de carga el que le inyecte oxígeno a la aviación, pues se espera una cifra récord de 138 mil mdd, esto es 23% más que en 2020, pero 23% de los ingresos totales de la industria y casi el doble de su cuota histórica.
El precio del combustible también puede ejercer un poco de presión en las aerolíneas, pero la previsión pone el precio por barril en 51.8 dólares, es decir debajo del nivel que tenía en 2016, y como el precio más bajo desde 2014 cuando llegó a 49.7 dólares.
La recuperación desafiante
De acuerdo con IATA, la aviación mundial deberá lidiar con otros factores como el nivel de deuda de las aerolíneas, que pese a los apoyos gubernamentales que tuvieron en algunos países, la suma de este rubro es de 550 mil mdd.
La eficiencia operacional de las compañías aéreas será todo un reto al tener que implementar nuevos protocolos internacionales, fomentar el distanciamiento físico, las medidas de limpieza e incrementar los controles de cabina, lo que se traduce en menos uso de las aeronaves.
Aunque es probable que la demanda acumulada genere un aumento inicial en el número de viajes, sostener eso probablemente requerirá un estímulo de precios que hará más lenta la salida de la recesión.
Finalmente, un punto crucial para la aviación que contempla IATA es la confianza; los cambios en los patrones de viaje, una apertura gradual que iniciará en corto radio, y la propia situación financiera de los viajeros, verán un impacto en este punto.
El director general de IATA, Alexandre de Juniac, prevé que “La competitividad entre las aerolíneas será, sin duda, aún más intensa. Todo ello se traducirá en fuertes incentivos para que los viajeros vuelvan a volar. El reto en 2022 será transformar las pérdidas de 2021”.
En la medida que conozca más sobre el virus, las empresas y gobiernos estén mejor preparados para hacer frente a la situación, se permita retirar las medidas, entre otros factores, “las aerolíneas tendrán la capacidad necesaria para reconstruir la demanda y reparar el daño de sus balances económicos”, concluye De Juniac.