Escapar del bullicio de la ciudad, del estrés al que estamos habituados cada día, del ritmo frenético de las grandes ciudades, se hace posible en la medida en que las temperaturas nos invitan a mezclarnos con la naturaleza sin necesidad de mucho abrigo.
Algo de lo más importante es la ubicación donde se decide desconectar, como el establecimiento donde se elige poder descansar, porque después de las actividades realizadas en un “duro día de vacaciones” buscamos una atmósfera de bienestar donde relajarnos.
Es en este punto, donde nos salimos de lo convencional a la hora de valorar un hotel, casa rural o apartamento, porque no solo tiene importancia la ubicación del lugar y el precio, sino que también es muy importante lo que transmite.
Cuando entramos en un hotel nos gusta que transmita lo que estamos buscando, tranquilidad, exclusividad, confort, cercanía, etc.. No se puede transmitir todas estas sensaciones a través de la ubicación o el precio, sino que las transmite el Interiorismo del mismo.
Denys & von Arend un estudio de diseño de la ciudad de Barcelona asegura que “gracias al interiorismo de hoteles, podemos transmitir sensaciones y experiencias a los huéspedes, así como crear una imagen de marca para ayudar al hotelero a posicionar su Hotel dentro del gran mercado de la hostelería.”
Fuente: TecnoHotel
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